TERRAZAS PARA DISFRUTAR MADRID AL AIRE LIBRE
Madrid es una ciudad que carece del mayor reclamo del verano: ¡Aquí no hay playa!. Quién no recuerda el hit de ‘Los Refrescos’. Pero en los días más calurosos del año, la capital tiene con qué compensar la carencia de mar: terrazas donde relajarse después del trabajo, sentarse con amigos a cenar, tomar una copa, escuchar música o charlar… Pero sobre todo, disfrutar de una puesta de sol con vistas que hipnotizan. Azoteas de hoteles chic, la terraza ubicada sobre las gradas del club merengue, única por sus vistas y ambiente, o el mirador del museo Thyssen-Bornemisza son sólo algunos ejemplos de lo que nos depara “el gran techo” de Madrid. Y es que, existe diversidad de lugares que prometen una sugestiva velada estival en pleno corazón de la capital.
Los hoteles del centro han sido los primeros en desplegar azoteas de «ambiente lounge» y cócteles refrescantes para las tardes-noches de verano. Se trata de lugares de encuentro que tienen cierto carácter exclusivo y, a su vez, de lo más cosmopolita: turistas hospedados, ejecutivos de paso, urbanitas y sibaritas. Por ejemplo, la azotea del ME Madrid sobre los tejados de la Plaza de Santa Ana, al lado de la calle Huertas y muy cerca de Sol, es un verdadero escaparate de vanguardismo y diseño.
Estos mismos principios inspiran la terraza ‘Splash’ del Room Mate Oscar -en la plaza Vázquez de Mella, en Chueca, el barrio de ambiente de la capital-, que sin duda, como reza su lema, se ha convertido en “un verdadero oasis en el centro de Madrid”; solo con ver su web podemos sentir la cálida noche madrileña y unas ganas inmensas de disfrutar de su “pool club”.
La terraza del Urban, en la Carrera de los Jerónimos, junto al Congreso, o la del Hotel de las Letras, en plena Gran Vía, destacan como puntos de reunión para los clientes más selectos.
Sustancialmente distinta es la clientela asidua a la Casa de Granada, en la Plaza de Tirso de Molina, un ático muy original en la sexta planta de un edificio residencial y de oficinas que ofrece tapas con vistas sobre los distritos más castizos: Lavapiés y La Latina. Se trata de un lugar mucho más modesto que los anteriores y su terraza resulta algo estrecha, pero sin duda, merece una visita por parte de quienes buscan buenas vistas y tapas a precios modestos.
El Madrid de los Austrias es visita obligada en la capital y en verano, al atardecer, es toda una experiencia sentarse en un rincón popular y castizo con vistas a La Almudena o el Palacio Real. Es el caso del Ventorrillo, una terraza desde la que se contemplan también los Jardines de las Vistillas y la casa de Campo…, ideal para quienes descubren la capital por vez primera.
Muy próxima, junto a la Ronda de Segovia, aunque de estilo totalmente opuesto a la anterior, se encuentra el Atenas Terraza Lounge, rodeado de jardines que alivian el intenso calor con un ambiente entre canalla y snob.
Hoteles, edificios en apariencia convencionales, jardines donde corretean los niños durante el día. Las apariencias pueden ser engañosas. El Santiago Bernabéu también tiene su propio secreto, como hemos señalado al comienzo. La terraza del Real Café Bernabéu se asienta sobre las gradas del estadio con vistas privilegiadas: el Bernabéu a sus pies. Y también el rascacielos más emblemático de Madrid, la Torre Picasso, tiene a sus pies un oasis estival, se llama, una terraza urbana con césped artificial, carpas y música de los 80 y los 90.
Cómo veis, no hay excusa para no disfrutar de la noche madrileña en verano. Tenemos opciones para todos los gustos y bolsillos.
Foto de Marvin Meyer en Unsplash