ssssscchhhttt… LOS SECRETOS DE ‘EL PRADO’
El Prado tiene incontables secretos; algunos curiosos como su edad, similar a la de una tortuga de las Galápagos, casi 200 años. Conforme ha pasado el tiempo, la pinacoteca por excelencia en España ha enriquecido su colección permanente (1.200 cuadros), sus fondos (más de 7.000 piezas en sus sótanos) e incluso ha depositado en otras instituciones obras propias cuya titularidad no suele relacionarse con el museo. ¿Sabías que la famosa Dama de Elche, que exhibe el Museo Arqueológico Nacional, es en realidad propiedad de El Prado?
El Prado ha mudado de piel varias veces, siempre por necesidad, desde que en 1819 abriera sus puertas para mostrar las obras propiedad de la Corona (de ahí su nombre primigenio: Museo Real de Pinturas). Las goteras aparecidas en 1992 motivaron la remodelación de su tejado y la escasez de espacio obligó a una reciente ampliación, la de Rafael Moneo, ya culminada, que ha supuesto la inclusión del claustro de la Iglesia de San Jerónimo en su esqueleto museístico. Antes, en la antesala de la guerra civil, los suelos de madera fueron sustituidos por otros de mármol para reducir los efectos de un posible incendio, si bien el estallido de la contienda nacional supuso el verdadero punto de inflexión con el desmantelamiento, literal, de la pinacoteca y el traslado de sus obras a las Torres Gemelas de Serranos, en Valencia, después de que nueve bombas incendiarias arrojadas por la Legión Cóndor provocaran la voz de alarma. ¿Volvería a ser el mismo? Preguntados entonces, lo hubiéramos dudado. Hoy podemos decir que el Prado emergió hasta convertirse en lo que hoy es: la “criatura cultural” más visitada de España. El flujo anual de visitantes es equiparable a los habitantes de la propia ciudad de Madrid (tres millones de personas transitan anualmente por sus salas).
sssssccchttttt…¡no desveles los secretos de El Prado a nadie!
Foto de Robert Katzki en Unsplash