RINCONES CON MUCHO ENCANTO: CUESTA DE LOS CIEGOS EN MADRID

Lugar perfecto para los amantes de la fotografía y el “postureo”, por las posibilidades del lugar, y de los retos físicos, por su trazado. La Cuesta de los Ciegos, a la que accedemos desde la calle Segovia, es una escalera en zigzag de gran desnivel que ya hubiera querido el famosos personaje de Rocky para sus entrenamientos.

La cuesta de los Ciegos debe su nombre a una leyenda. Al parecer, esta escalinata era lugar de paso frecuente para San Francisco de Asís, que aprovechaba su camino al Convento de San Martín para, de paso, obrar milagros con los ciegos que salían a su encuentro, a los que untaba de aceite los ojos para sanar sus heridas. Aunque hay quién dice que esta escalera toma simplemente el nombre del buen puñado de ciegos que sitiaban el lugar para pedir limosna a los transeúntes.

Sea cual sea el verdadero origen de la nomenclatura, este lugar bien merece una visita, porque forma parte de la leyenda de un Madrid castizo que a menudo olvidamos entre carteles de cine, letreros de comida rápida y el intenso tráfico rodado. Y también porque pocas veces podremos disfrutar de un rincón tan tranquilo en el corazón de la ciudad como es este.

Por cierto, que esta famosa cuesta encierra otros secretos. Al parecer, bajo los cientos de peldaños de la escalinata, pasaba antiguamente el arroyo de las Fuentes de San Pedro, desaparecido al urbanizarse la calle Segovia y alrededores, y aún hoy encontramos bajo la misma un pasadizo de mampostería que, según los expertos, podría tratarse de un antiguo túnel de entrada y salida a la ciudad construido antes incluso de que Madrid tuviera muralla.

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Foto de agata herbata en Unsplash