ESCAPADAS DESDE MADRID PARA DOMINGUEROS: ÁVILA, GUADALAJARA, SEGOVIA Y TOLEDO.

Si hay algo que fascina a los habitantes de Madrid es aprovechar un día libre para salir más allá de las fronteras de la región. Coger el coche y encaminarse hacia las provincias limítrofes, en busca de buena comida y de una agradable escapada por entramados urbanos pintorescos, es una práctica tan habitual que se podría catalogar como deporte regional. Y entre el abanico de posibilidades que podemos abordar para una agradable excursión, se encuentran cuatro capitales de provincia a las que podemos llegar en coche (o en transporte público) en cuestión de una hora: Ávila, Guadalajara, Segovia y Toledo.

– Ávila (1 hora y 18 minutos, si optamos por pagar peaje). Ciudad perfecta para los amantes de la arquitectura medieval. Su muralla es todo un lujo que además podemos recorrer a pie, por el adarve (parte superior), admirando desde las alturas el corazón de la urbe. Sus palacios, iglesias y un sinfín de restaurantes para comer a cuerpo de rey hacen de la visita una obligada experiencia.

– Guadalajara (50 minutos). Esta modesta capital de provincia tiene a buen recaudo tesoros tan extraordinarios como el Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo o la Cripta de la Iglesia del Convento de San Francisco. El Ayuntamiento de la ciudad ha habilitado un programa de visitas guiadas por tan solo 5 euros con el que poder descubrir todo aquello que esconde la ciudad. Por cierto, prohibido abandonar Guadalajara sin degustar sus bizcochos borrachos.

– Toledo (1 hora). La capital de Castilla-La Mancha es quizás una de las ciudades mas bonitas del país. Que se lo pregunten a los cientos de turistas extranjeros que visitan sus plazas y monumentos cada año. La ciudad es Bien Cultural Patrimonio de la Humanidad desde 1986 y no es para menos, el entorno paisajístico, la Judería y su patrimonio pictórico con El Greco como máximo exponente elevan esta ciudad a la categoría de “imprescindible”.

– Segovia (1 hora y 10 minutos con peaje de por medio). Aunque Segovia sea mucho más que su maravilloso acueducto, el Alcázar y esa forma de cocinar el cochinillo que solo de pensarlo se nos hace la boca agua, hay que reconocer que si uno visita la ciudad por primera vez, no puede irse sin disfrutar de estos tres clásicos segovianos. Eso sí, mejor llegar prontito para que de tiempo a todo eso y, además, a tapear en compañía de sus agradables vecinos.

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Foto de Timothy Barlin en Unsplash