MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL, UNA MERECIDA VISITA VERANIEGA EN MADRID
Fundado en 1867 por Isabel II y reformado completamente entre 2008 y 2014 con un maravilloso resultado, el Museo Arqueológico Nacional es realmente un lugar magnífico donde perderse durante toda una mañana de verano en Madrid. Tanto el edificio como las colecciones que alberga en su interior merecen el deleite sosegado de quienes aún se asombran contemplando joyas centenarias, y que mejor época para hacerlo que durante los meses de julio y agosto, cuando la ciudad de Madrid descansa tranquila.
El Sarcófago de Taremetchenbastet, la Dama de Elche, la Corona de Recesvinto, perteneciente al Tesoro de Guarrazar, o el sepulcro de Constanza de Castilla son algunas de las muestras de nuestro patrimonio arqueológico más preciado que atesora el Museo Arqueológico Nacional en el 13 de la calle Serrano de Madrid. Cuatro buenas razones, sin duda, para no dejar escapar esta merecida visita.
Pero como hemos señalado, no solo destacan sus exposiciones, también la sede en sí, integrada en el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, y que tras la remodelación ha ganado terreno, amplitud, belleza y sencillez, además de dos patios, uno romano y otro árabe, que otorgan mayor luminosidad al recinto.
Mosaicos, sarcófagos, esculturas, una biblioteca especializada en arqueología y prehistoria, una animada agenda cultural donde tienen cabida la música en directo y el teatro, y una cómoda cafetería ponen el broche de oro al Museo Arqueológico Nacional, este museo reconvertido que todo madrileño y madrileña debería visitar este verano.
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Fuente imagen: www.man.es/