VAYAMOS AL HUERTO
En Madrid, plagada de tiendas, de cines y teatros; de grandes parques urbanos, de restaurantes y bares de todo tipo, también se puede ir al huerto. Porque la ciudad más ociosa también ofrece otros espacios, propiamente rurales, en los que es posible disfrutar con propuestas que no siempre recoge la guía de ocio estándar.
Hay en Madrid pequeñas fincas donde desconectar por completo de la urbe, despejar la mente, disfrutar al aire libre y cultivar tus propias hortalizas en un espacio preparado con agua, material y la ayuda necesaria para hacerlo. ¿Sugerente, verdad? Si te atrae la idea, lo tienes muy fácil, la capital cuenta con una amplia red de huertos urbanos de fácil acceso. Algunos de ellos situados en campus universitarios, como el ubicado en los viveros de la Universidad Complutense.
En un huerto urbano se puede cultivar de todo. A gusto del consumidor. La variedad de verduras y hortalizas es enorme. Por supuesto, podrás sembrar y recolectar lo necesario para una buena ensalada: tomates, lechugas, pepinos, cebollas y zanahorias. Pero también judías verdes, berenjenas, calabazas, melones o fresones. La siembra, el riego y el abono del cultivo no es una tarea complicada ni precisa grandes esfuerzos, ni siquiera, económico. El desembolso es variable según el huerto que elijamos, pero en todo caso, asequible. Además, la producción que podemos conseguir nos permitirá ahorrar unos cuantos euros en la cesta de la compra, especialmente interesante cuando se es joven y estudiante universitario en Madrid.
Con todas estas indicaciones, parece difícil poner excusas para no disfrutar de nuestro propio huerto en la ciudad. No seremos los únicos. Están de moda. La curiosidad hacia los huertos urbanos es creciente. Promueven el autoconsumo, la seguridad alimentaria y el ocio en comunidad. Para los más nostálgicos, es además una forma de conectar con “la Huerta”, el lugar que en la Edad Media simbolizaba el paraíso perdido, donde se recolectan los frutos y donde uno recoge -en el sentido literal de la palabra- todo un año de esfuerzo. Sin duda, una actividad muy satisfactoria que nos ayudará a permanecer en contacto con la naturaleza y a preservar nuestro medio ambiente con practicas sostenibles.
Foto de HS Spender en Unsplash