GRANDES ALMACENES DE MADRID, HISTORIA VIVA DE LA CIUDAD
Pensar en un Madrid sin grandes almacenes y centros comerciales es prácticamente imposible, los hay por todas partes, en el centro y en la periferia, combinando consumo y ocio, atrayendo a familias enteras los fines de semana y formando parte, de forma ineludible, del ADN social de la ciudad. Sin embargo, no siempre fue así, antes de la década de los 30, Madrid vivía por y para el pequeño comercio, hoy tan amenazado por la competencia de las grandes superficies. De hecho, el primer gran almacén (pues así comenzaron a denominarse estos monstruos del comercio) en abrir sus puertas en la capital fue Almacenes Madrid-Paris en el año 1924, siguiendo la tendencia de otras grandes urbes europeas como la capital francesa o Londres.
Los Almacenes Madrid-Paris se levantaron en el 32 de Gran Vía y cerraron sus puertas en 1934. Sin embargo, otra firma tomó las riendas de parte del inmueble y de esa nueva concepción de venta, se trataba de Sepu, Sociedad Española de Precios Únicos, que abrió establecimientos también en Barcelona y Zaragoza.
Pero fue con la aparición de El Corte Inglés, en 1945 y hoy día la cadena de grandes almacenes más importante de España, y su gran competidora durante muchos años Galerías Preciados, en 1943, cuando esta nueva forma de vender y comprar eclosionó por completo desde el corazón de la ciudad, a un paso del km 0, abriendo así las puertas a una nueva filosofía de vida y al progresivo cambio del tejido comercial de Madrid.
Hoy en día, no nos imaginamos una jornada de ocio en el centro de Madrid sin visitar Fnac para conocer las últimas tendencias en música, La Casa del Libro para adquirir un ejemplar de nuestro autor favorito o El Corte Inglés durante las tan esperadas Rebajas de verano. Los grandes centros comerciales, queramos a no, se han convertido en un clásico más dentro de la ciudad.
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