MADRID Y SU INOLVIDABLE MOVIDA MADRILEÑA
Un paseo por Malasaña no basta para revivir los años de la Movida madrileña, hay que saber dónde parar, dónde mirar y dónde escuchar para rememorar el nacimiento de una nueva forma de hacer música y de pensar que cautivó a toda una generación en los años 80 y que aún hoy sigue levantando pasiones entre quienes quieren remar a contracorriente.
Uno de esos rincones es La Vía Láctea (Velarde, 18), auténtico superviviente del nuevo siglo, donde sigue sonando La Chica de ayer y Los Secretos. No apto para nostálgicos. El Penta (Palma, 4) es otro de los míticos, pues aún conserva esa atmósfera ochentera que programas como Musical Expréss o La bola de cristal introdujeron en nuestros hogares.
Otro lugar de culto es el garito Rock-Ola (Padre Xifré, 3) donde hicieron sus pinitos Alaska, Nacha Pop o Radio Futura, aunque ahora solo podamos admirar su desvencijada puerta. El local fue cerrado en 1985 debido al consumo de droga y las habituales reyertas. La sala Sol (Jardines, 3) también sobrevive a la Movida, aunque en esta última queda poco de aquel espíritu.
Y por supuesto, la plaza Dos de Mayo, donde todo comenzó a principios de los 80 para convertirse en un auténtico fenómeno cultural y lúdico que traspasaba las fronteras madrileñas y donde nombres propios como los de la fotógrafa Ouka Lele o el director de cine Pedro Almodóvar ponían, junto a muchos otros literatos, escritores y periodistas, el grano intelectual a este movimiento.
Si te perdiste la Movida madrileña, mejor no te la vuelvas a perder.
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Foto de Matthew LeJune en Unsplash