EDIFICIOS SINGULARES SIN LOS QUE MADRID NO SERÍA MADRID
Quienes hemos nacido y vivido ligados a la capital madrileña mantenemos en nuestra memoria edificios históricos imborrables, aquellos que no hace mucho tiempo supusieron el máximo exponente en vanguardia de diseño y arquitectura, y que gracias a sus curvas sinuosas y formas atípicas llamaban nuestra atención en nuestro ir y venir por la gran ciudad. Hoy, muchos de ellos se mantienen como símbolo de una época pasada, de un Madrid añejo; otros muchos han desaparecido….
– Edificio Capitol (1931-1933), de Luis Martínez-Feduchi y Vicente Eced. Se trata de una de las fachadas más populares de Madrid, aunque no sabemos si por su estética neoyorkina o porque todos recordamos al actor Santiago Segura colgado del mítico cartel de Schweppes en El día de la bestía (1995). Sea por lo que sea, es un emblema de la Gran Vía madrileña.
– Torres Blancas (1964-1968). Obra de Francisco Javier Sáenz de Oiza, estas torres destinadas a viviendas particulares en Corazón de María daban la bienvenida a quienes se adentraban en Madrid por la N-II planteándose aquella inevitable pregunta de “¿habrán tenido que comprar los muebles redondos?”
– Las Torres de Colón (1967-1976), de Antonio Lamela. Su cubierta superior de color verde y formas peculiares llamó la atención de los madrileños y madrileñas una vez concluida, pero también lo hizo su método de construcción, de arriba a abajo. Este edificio despierta tantas críticas negativas como pasiones.
– Sede del Tribunal Constitucional (1975-1981) o “ese edificio que tiene teclas de piano”. Situado en la calle Domenico Scarlatti, el edificio del Tribunal Constitucional, obra de los arquitectos Antonio Bonet y Francisco G. Valdés, cuenta con una peculiaridad por la que resulta imposible olvidar su imagen exterior: una forma trapezoidal única asentada sobre una base cuyas formas asemejan las teclas de un piano, al menos para buena parte de los niños que contemplábamos el edificio ya en los libros escolares.
– Torres KIO (1989-1996). Son conocidas como Torres KIO debido a que fueron promovidas por la empresa kuwaití KIO (Kuwait Investments Office), sin embargo, el nombre real de este proyecto arquitectónico es Puerta de Europa. Inclinadas la una hacia la otra, las Torres KIO fueron, durante mucho tiempo, el orgullo de la ciudad. Construidas al final de La Castellana, una de las principales arterías de la capital, Madrid adquirió con ellas un skyline innovador y de lo más peculiar.
– Edificio Pagoda (1965-1967). Quizás muchos no lo recuerden, sin embargo, quienes transitábamos esa zona de Madrid lamentamos mucho su derribo, no exento de polémica, en 1999. La obra arquitectónica de Miguel Fisac, antigua sede de los Laboratorios JORBA y que en su día nos pareció repleta de exotismo, suponía la materialización de un diseño geométrico imposible. Ahora, persiste tan solo en nuestra memoria.
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